jueves, 29 de noviembre de 2012

-36


Hoy es un buen día, y eso hay que celebrarlo. Piensas: me pego una comida con mi familia y así comparto con todos lo bien que me ha ido. ¡He perdido 36 kg. Desde que me propuse adelgazar!

Pues no es así. Lo siento, pero no. Realmente lo que quiero transmitir hoy es que la constancia es el único secreto que hace que esto funcione. Así que hoy, para comer, me tomaré un fantástico batido de chocolate, ¡que no se diga! Realmente, ¿de qué me sirve pegarme una comida, engordar, para luego tenerlo que volver a perderlo? Porque no nos olvidemos que cada kilo perdido y vuelto a recuperar cuesta mucho más de perder de nuevo.

Por tanto, esto se trata de entender que lo que tenemos es un problema, con todas las letras. Y mirar hacia otro lado no ayuda. Resulta que cada alimento que ingerimos se multiplica por mil en nuestro estómago. Aún no sé porqué, pero es así.  Por lo que el camino que realicemos, es algo que nos va a acompañar toda la vida, porque ni siquiera una operación es la panacea. Simplemente es una puerta que se nos abre para pegar el empujón que necesitamos hasta llegar hasta nuestro peso óptimo, pero a partir de ahí nos espera toda una vida de esfuerzos para mantenernos y no volver al peso del que partíamos.

Creo que hacer hincapié en este concepto es importante, porque lo que realmente tenemos que trabajar es la cabeza. Es decir, si me he operado, no quiere decir que pueda comer todo lo que se me antoje, sino que voy a seguir toda mi vida a régimen y haciendo ejercicio para no recuperar ese peso. Es como intentar asegurar que tu estómago no va a crecer hasta los límites de los que partíamos.

En fin, que no es fácil, pero merece la pena. Merece la pena cuando te sientas en una silla y tu culo no rebasa el asiento. Merece la pena cuando te tumbas en el sofá y te sobra espacio. Merece la pena cuando te metes en la cama y puedes moverte con soltura. Y cuando puedes subir 6 pisos (¡6!) y no fatigarte, o cuando puedes andar durante horas y no dolerte las articulaciones como si no hubiera un mañana. Por no hablar de lo más trivial, como poder encontrar ropa de tu talla, o verte al espejo y darte una tregua. Porque todo es importante, y cada uno tiene su escala. Para mí la imagen era lo de menos, pero también ayuda a tu proyección hacia los demás. Porque te sientes bien. Y bien por conseguir un objetivo, no por verte más delgada.

Con todo esto, el tema que traigo hoy es para mí un temazo, lleno de energía. En particular, comentar que los vi en concierto un verano hace dos años y no decepcionan, y escogieron esta canción para el cierre. Para mí no podría haber sido otra. No tienen vídeo grabado, así que pongo un directo, que también me gusta porque para mí en un escenario es donde una banda se define completamente, donde de verdad se ven sus virtudes y sus fallos. En un estudio es muy fácil de retocar... ¡Espero que os guste!


2 comentarios:

  1. Ole ahí!!!
    Esa banda que anima a cualquiera y más con el recuerdo del concierto!!

    ResponderEliminar
  2. Si nena!! A pesar de los contratiempos avenidos, fue un gran concierto!!

    ResponderEliminar