jueves, 9 de octubre de 2014

Siguiente objetivo

Y es que esto no termina. Ya supe desde un principio que la decisión que tomé entrañaba una implicación por mi parte como no había empleado en nada más en mi vida (salvo en conseguir ser arquitecta, lo cual no es poco), y que iba a ser para largo plazo. Y en ello estoy. Y es que una vez has perdido el peso que te corresponde (después de 3 años), tu cuerpo queda un poco "distinto", aunque ahora entenderéis que he sido afortunada.

Antes de explicar por qué me siento afortunada, volveré a incidir en el tema de que no tomé esta decisión por estética, sino por salud. Y es que lo que voy a contar en esta entrada puede llevar a equívocos.

Es inevitable que tu cuerpo sufra alguna alteración con una pérdida de peso... ¡un momento, espera! Casi se me olvida decir que... ¡por fin estoy en 60 kg! La verdad es que fue la primera meta que me puse nada más empezar el proceso, y nunca creí que la pudiera alcanzar... Y no por falta de fuerza de voluntad (nunca he dudado de mí), sino porque de verdad creía que fisiológicamente mi cuerpo no podía llegar a un peso tan bajo... Sobre esto ya hablaré otro día, porque creo que hay una parte muy importante de histórico, en el que parece que debes aceptar que vas a ser obeso toda tu vida, o en el que te cuesta reconocerte como delgado (o persona sana, mejor dicho, no me gusta hablar de "obesos" y "delgados"). En mi caso, la pérdida de peso supone un 50%, lo cual no está nada mal, ¿no?.

En fin, volviendo a las alteraciones que sufre tu cuerpo tras una pérdida de peso tan drástica, en mi caso personal he de decir que no ha sido tan acusado. Si bien tengo los brazos y las piernas todavía un poco grandes, no me ha quedado piel sobrante, como todos solemos imaginar tras hacer una simple búsqueda en Google de los efectos de un bypass gástrico. Y, volviendo a los motivos por los que decidí operarme, damos por alcanzado el objetivo de ser una persona más sana.

Ahora bien, eso no quita que quiera trabajar con mi cuerpo, pues es algo incómodo debido al sudor, etc. tener los brazos y las piernas con más volumen del que debería contar mi cuerpo actualmente. Y aquí está mi siguiente objetivo: tonificar la piel, ¡toma ya! He de decir que no tengo ni idea de por dónde empezar, y tras pedir ayuda en el famoso buscador de Internet, decidí que me iba a poner en manos de profesionales, pues no se puede hacer a la ligera. No sólo por no saber por dónde empezar, sino porque puedo hacer los ejercicios equivocados, por no hablar de posibles lesiones. 

En fin, que sé que se me va a hacer cuesta arriba, pues no es que no me guste el deporte (flipo con la natación y la bicicleta), pero sí que es verdad que siempre he odiado los típicos ejercicios de gimnasio que conllevan pesas, tiras... Pero esto no se hace por gusto, sino por necesidad, y si algo he aprendido a valorar de mí misma en todo este proceso, es que algo de disciplina tengo. Punto muy importante a comentar, dicho sea de paso. Si no eres capaz de verte bien en el espejo, por lo menos valora el trabajo que has hecho para llegar a dónde estás, y luego vendrá solo.

Con todo esto, el vídeo que traigo hoy simplemente me da fuerzas. Se trata de un tema con mucha energía y con el que me río mucho, y seguramente me lo pondré en casa cuando tenga que hacer esos odiosos ejercicios. ¡Hoy toca frikada!




martes, 1 de julio de 2014

Mi nueva vida

Literalmente, mi vida es otra desde que me operé. No podría describirlo de otra manera, pues soy completamente otra. La misma, pero otra. Toda una paradoja, lo sé, pero lo explicaré mejor: una de las cosas que a mi novio no le gustaba de la operación es que, literalmente, "pudiera volverme tonta", como si fuese a cambiar mi personalidad debido a esa subida de autoestima que se espera que tengas. En torno a esto, diré que mi autoestima es exactamente la misma, sin ninguna variación. Ni mejor, ni peor. Es decir, sigo siendo la misma y ahora no me obsesiono por ir de compras, siempre mona, o de punta en blanco. Para nada. Pero, por otro lado, me ha cambiado la concepción del mundo completamente. El hecho de poder moverme sin problemas, andar sin fin, bailar, hacer el amor... Todo es completamente distinto y, en este caso sí, mucho mejor. 

Así que mi mensaje en esta entrada es doble. Cuando tomé la decisión de operarme, empecé a buscar casos de gente que hubiera pasado por lo mismo, y me encontré con mucha gente que aseguraba haberse operado estrictamente por autoestima, porque no podía aguantar más. Bien, yo me reitero en que esta es la mejor decisión que he tomado en mi vida, pero sobre todo porque mi salud es infinitamente mejor y nadie va a tener que cuidar de mí (por lo menos por obesidad, lo cual me parecía enormemente egoísta, no quería eso para mis hijos o nietos). Y, por otro lado, encuentro muchos otros casos en los que la gente asegura que JAMÁS pasaría por quirófano, puesto que es invasivo y hay casos en los que ha salido mal y te puede pasar a ti. Completamente de acuerdo, y totalmente respetable, por supuesto. Pero la reflexión que le haría a esas personas es que da igual el camino que tomes, lo único que importa es conseguir tu meta. A mí, personalmente, mucha gente me decía que no lo hiciera cuando les conté mi decisión, pero una vez han visto los resultados, incluso antes de operarme, empezaron a entender mi postura. Sólo digo que claro que hay peligro de que te pase algo en el quirófano, pero como en cualquier otra operación. El peligro de más lo pones tú con tu peso y posibles morbilidades, por eso te aconsejan perder cuanto más pero mejor, nada más. Y a lo que yo más vueltas le dí fue al tema del riesgo... riesgo de qué, ¿de morir?... ¿Acaso no puedes morir también de obesidad, ademas de una manera casi más segura? No nos olvidemos de todos los riesgos que conlleva la obesidad, como el colesterol, diabetes, hipertensión... con todo lo que eso conlleva. El resumen es que a mí el riesgo me merecía la pena.

Con todo esto, hoy dejo la entrada un poco más corta que lo habitual, y os traigo ya el vídeo seleccionado. El grupo que he seleccionado hoy lo llevo siguiendo como más de 10 años, desde que iba al colegio. Aún no he tenido la suerte de verlos en directo, pero por lo que he podido ver, no suenan nada mal. Estas navidades me regalaron su último disco, y además me acompañaron durante la elaboración de mi Proyecto Final de Carrera, lo cual no estuvo nada mal. En este tema en particular participan los Scissor Sisters, los cuales sí que he podido escuchar en directo ¡y me encantaron! Os aconsejo también este vídeo, el cual es una recopilación de 4 ó 5 temas del último álbum, con un diseño gráfico impresionante. ¡Espero que lo disfrutéis!


domingo, 18 de mayo de 2014

Veo la luz

Y es que, por fin, estoy más cerca de mi objetivo que nunca. De hecho, puedo decir que estoy en el peso más bajo desde que tengo 18 años. Maravillosos 72 kg. Y un Índice de Masa corporal de 25.81, ¡toma ya!. Y, ¿qué significa eso? Básicamente que casi casi estoy en un peso normal, y que, por tanto, no entraña problemas para mi salud. Si bien esto podría ser discutible, según acreditan algunos estudios en los que se afirma que el nivel de grasa corporal es el que también indica si eres obeso, es cierto que esta será mi siguiente preocupación. Es decir, una cosa después de otra, y poco a poco. Una vez esté estabilizada en peso, me preocuparé del nivel de grasa en porcentaje en mi cuerpo. Y, ¿cómo lo conseguiré? Pues con ejercicio, espero jejeje. 

Lo que vengo a contar hoy es todo lo que viví después de la operación, cómo fue mi recuperación. Y fue genial, sin más. Pero he de decir que todo ha sido gracias a mi actitud claramente optimista desde que desperté. Había pasado tanto tiempo esperando, y tanto tiempo trabajándomelo, que nada podía quitarme la sonrisa de la cara y las ganas de seguir adelante. Y así sigo. 

En cuanto a la dieta a seguir, me dejaron unas indicaciones muy fáciles de seguir: 10 días a líquidos, unos cuantos más a purés, y, poco a poco, ir incorporando el sólido a la dieta. Básicamente, como la dieta de un bebé. Tienes un estómago nuevo y tienes que ir haciéndote a él, y no al revés. En cuanto a los 10 primeros días, estar a líquidos fue muy fácil de seguir, porque realmente el cuerpo no te pide más. De hecho, hay algo a lo que aún no me he acostumbrado: a no sentir el hambre. Cuando me dijo eso el cirujano, me puse a llorar. Me había pasado la vida entera con hambre, desde que me levantaba hasta que me acostaba, y nunca la conseguía saciar. Realmente no comía todo lo que el cuerpo me pedía, porque eso era imposible de alcanzar. Y, aunque ahora, después de 3 meses, he conseguido sentir un poco de hambre entre las comidas, con poco que coma se me ha pasado y soy capaz de aguantar hasta la siguiente sin problemas. En cuanto a la siguiente fase, los purés sí que se me hicieron más pesados y terminé pronto con ellos jajaja. Decidí que el sólido me iba a sentar bien, y lo fui incorporando a mi dieta.

Y aquí vinieron las sorpresas positivas. El cirujano me había dicho que los lácteos igual no los toleraba muy bien, y... ¡para nada! Empecé con arroces, sopas... Es lo que mejor me sigue sentando hoy en día, aunque no tengo grandes problemas con la alimentación. También me dijo que el pollo es difícil de digerir, pues es una carne muy fibrosa, y... ¡tampoco! La tolero perfectamente, sin ningún problema. Realmente, los problemas que tengo vienen cuando estoy muy cansada, que no tolero bien lo que como. Pero es un día aislado, y no me suele pasar muy a menudo. Lo único que no he probado es el pan de molde y hamburguesa, pues me dijeron que no se digiere nada bien porque se hace una pelota en el estómago... 

En cuanto a que la comida me siente mal, tan sólo se traduce en una diarrea que, si bien no es algo muy cómodo, una vez pasada ya me encuentro mucho mejor. Y en cuanto a las cantidades, hay que tener muy claro que el estómago es muy pequeño y que admite una cantidad muy concreta de comida. Si te pasas, vas a vomitarlo porque, sencillamente, no te cabe más. Y tienes que parar de comer nada más te sientas lleno. Todo lo que sea ignorar tu cuerpo y lo que te pide, va a ir en tu contra.

Y creo que no me dejo nada jejej. A partir de ahora, ya sólo me queda escribir sobre mi nuevo modo de vida, y seguir luchando por la obesidad en este mundo. Pues considero que es algo muy importante que debería concienciar a toda la sociedad. Así que desde este pequeño rincón de internet, intentaré alzar la voz a mi manera, intentando desde mi modestia ir creciendo y llegar a más sitios cada vez.

Hoy traigo un vídeo de Vetusta Morla, que acaban de lanzar nuevo disco y, simplemente, me flipan. Hagan lo que hagan, me van a tener como una incondicional, porque ese sonido tan característico suyo me dejó enganchada desde el primer momento en que los escuché. Además, ¡tengo entradas para verlos! Cuánto tiempo esperando... Espero que os guste, y que investiguéis sobre ellos, porque de verdad merece la pena. Un saludo a todos!!


jueves, 8 de mayo de 2014

Por fin, llegó el momento

Y es que después de las visitas en las que me enfrenté a mis miedos, llegó la recompensa... Al volver a adelgazar, ¡el cirujano decidió que era el momento de operarme! Así de rápido, ¡así de inesperado! De repente, me vi saliendo de la consulta con mi pareja, mirándole como si no entendiera lo que acababa de pasar... ¡Por fin me iba a operar! ¡Por fin tanto esfuerzo había tenido su recompensa! Y, de repente, todo parecía que había sucedido tan rápido... ¡Un suspiro!

Empecé a pensar que no había sido para tanto, que se me había pasado volando... Cuando no es para nada así, había hecho un esfuerzo enorme y lo tenía que valorar. Esto es como todo, terminas la carrera y no ves que sea para tanto, que no eres un profesional como la copa de un pino... Pero no es así, tenemos que valorarnos más, y sólo así la gente te respetará en todos los aspectos.

Total, que en menos de un mes me encontré con que había terminado la carrera y que me operaban, ¡todo era perfecto! En cuanto a los nervios, decir que no los sentí hasta la noche de antes de la intervención, cuando estaba en el hospital esperando a que llegara mi turno... Piensas, "joder, esto es mucho más chungo de lo que había querido ver todo este tiempo". Está muy bien eso de mirar a otro lado y no ver el peligro, pero es que ciertamente entrar a quirófano no es moco de pavo la verdad...

Y, de repente, pasó. Desperté, y pensé, "vaya, ya estoy operada, ¡que rápido!" Así de simple. Siempre pensé que esta iba a ser la entrada más importante del blog, pues es en torno a la cual había decidido empezar a escribir. Pero, de repente, llega, y no sabes ni cómo transmitir la felicidad, el miedo, la ilusión y todos los sentimientos que experimentas desde que te dan la noticia hasta que despiertas entubada en una cama sola, sin nadie a tu alrededor.

La estancia en el hospital fue súper agradable. Todo hay que decirlo, mi actitud ayudaba muchísimo. Tenía tantas ganas de operarme, que siempre que me preguntaban "¿Qué tal estás?", yo respondía "¡Genial!", y si me preguntaban "¿Te duele?", yo respondía "Para nada!" Bueno, en el fondo no era para tanto, pero el positivismo que tenía encima no me dejaba ver todo lo que tenía encima. De hecho, los médicos me decían que no podía ser, que tenía que dolerme jajaja. Y al final, me hice famosa. Era la chica feliz del pasillo, todos flipaban con mis ganas de recuperarme y mi sonrisa permanente. Y es que no quería estar más tiempo del estrictamente necesario en el hospital, prefería seguir la recuperación en casa. 

Y así fue, en menos de una semana estaba en mi casa. Eso sí, aquí los dolores eran terribles, pues no estaba todo el día "enchufada". El cómo fue la recuperación y la dieta que he tenido que llevar, lo explicaré en entradas posteriores, ¡pues da para mucho!

Con todo esto, traigo el tema que llevo esperando dos años para poner. Ya he puesto algún video de esta banda, para mí la mejor banda de todos los tiempos. Es un tema que me ha acompañado desde hace ya 10 años, y no me canso de escucharlo. De hecho, ha estado siempre ahí en los momentos clave de mi vida, y qué duda cabe, éste es uno de ellos. En sí, el tema no es suyo, se trata de una versión de Nina Simone. Pero esto sí que es una versión, en la que reconoces el tema principal, pero le dan una caña que lo llevan a su terreno como pocos hacen. Siempre me he preguntado cómo tan sólo tres personas pueden meter tanto ruido como ellos hacen... Recomiendo escuchar las dos versiones, y escuchar lentamente la letra. Entonces así entenderéis porqué es tan importante para mí. Espero que os transmita toda la fuerza que me da a mí.


jueves, 3 de abril de 2014

Todo tiene su recompensa

Sí, sé que escribo con mucho tiempo de retraso, pero ha sido todo tan rápido que no he tenido tiempo ni de asimilarlo. He tenido que leerme la última entrada para poder situarme y ver cómo sigo contando la historia.

Pues bien, después de aquel halo de negatividad que me rodeaba, decidí ir a ver al cirujano y al endocrino y aceptar mis fallos, mis miedos y reafirmar también, por qué no, mis ganas. Esas nunca las perdí, y es lo que me ha salvado. Mirando atrás me doy cuenta de que esa misma negatividad era la que no me dejaba avanzar, la que me sumía en la miseria y no me dejaba aceptarme como una persona normal y corriente, con sus cosas buenas y malas, y con sus fallos. Y es que nunca me he dado un respiro. Siempre me he exigido al máximo, y si no lo cumplía, me hundía. Y hablo en pasado porque creo que ya no soy esa chica pesimista. Aunque es muy fácil decirlo ahora, y entenderéis por qué.

La cuestión es que mi sorpresa fue que en ninguna de las visitas que tuve se me tachó de nada, más bien se me animó a seguir adelante y no desanimarme con el proceso, pues es muy normal tener etapas de bajón, y más cuando se ha tenido una progresión tan perfeccionista como la mía. Total, que tanto miedo, para nada.

Así que tal fue mi sorpresa, que volví a bajar de peso casi como al principio. Digamos que volví a empezar. Retomé la dieta como si estuviese en el principio del proceso, exacta al milímetro y sin ninguna fisura. Y la recompensa realmente fue esta, fue el volverme a ver capaz de conseguir lo que me propusiera, con una fuerza de voluntad otra vez intachable. No hay nada que te suba más la autoestima que conseguir lo que te propones, y es que aquí entra un punto importante: mi autoestima no depende de verme más delgada en el espejo, sino de ver que soy capaz de llegar allá donde yo me proponga. Si lo hago por salud, de verdad me preocupa haber corregido mi resistencia a la insulina (después de lo cual habría venido una diabetes), no el que me pueda comprar unos pantalones en tal tienda y que me queden bien. Eso es completamente secundario, y sólo se consigue reafirmándote en los que te rodean. Tu familia, tu pareja, tus amigos... Si tienes estabilidad y apoyo, todo es mucho más fácil.

En fin, lo que hoy quiero transmitir es tan sólo positividad, y que todo el que quiera proponerse algo en la vida, cualquier cosa, se impregne de ella para poder alcanzarlo.

Con todo esto, el vídeo que traigo hoy no puede ser más típico y que me venga mejor. De haber sido el tema lanzado en otro momento, no podría enlazarlo con la entrada de hoy. Así que, para bien o para mal, voy a compartir el vídeo de Pharrel Willliams, Happy, porque me viene al pelo. Sé que podría bucear en toda mi discografía y encontrar algún tema igual de acorde al día de hoy, pero resulta que esta canción me encanta, así de simple. Espero que os la pongáis a todo volumen y os pongáis a bailar, que es lo que me pide el cuerpo en cuanto oigo los primeros acordes.

¡Que tengáis un buen día!




sábado, 23 de noviembre de 2013

Cuando rendirse es una opción

No, no lo es, ni mucho menos. Pero se te pasa constantemente por la cabeza. Llevo todo este tiempo sin publicar porque no quiero aceptar mi realidad, no quiero enfrentarme a mis miedos. Y es que no sé que pasa, pero se me está haciendo realmente difícil seguir perdiendo peso. Llegué a estar en -41 kg., y de eso ya ni me acuerdo. Realmente no debo alarmarme tanto, pues debo seguir (y digo debo, porque llevo un mes sin pesarme) en -33kg., lo cual no es para nada una mala cifra. 

Pero el concepto cambia. No es lo mismo estar en -33 cuando tu progresión es sólo de bajada, que cuando implica una subida de peso. Y te preguntas qué pasará en tu mente para que eso sea así. Está claro que la obesidad está relacionada directamente con la ansiedad en la mayoría de los casos, y el mío no ha sido nunca una excepción. Y también está claro que para año difícil, el que he pasado. Con un accidente de por medio, el consecuente juicio, el sedentarismo que ello conlleva debido a las lesiones, la entrega de mi Proyecto Final de Carrera en menos de dos meses... Pero, ¿hasta cuándo puede seguir siendo eso una excusa? ¿porqué no gana lo bueno frente a lo malo? Porque también ha tenido cosas buenas el año, no puedo quejarme...

El punto de partida de la entrada de este blog es la pregunta que más me hago últimamente a mí misma: ¿Porqué decae la fuerza de voluntad? ¿qué hace que al principio sí que estés dispuesta a pasar hambre, y con el paso del tiempo no sea así? Siempre me ha pasado, y es la razón por la que llegué al peso que llegué... Porque todos, completamente TODOS los regímenes que hacía los acababa abandonando cuando veía que ya no me eran efectivos. Porque eso también es verdad, de lo contrario no habría barajado la opción de operarme. Llega un punto en el que me estanco, y en el que ya no pierdo. De echo, si cojo algún kilo, es prácticamente imposible volver a quitármelo.

Mi novio me respondió de la siguiente forma: "Es normal, cuando ves que tu objetivo se dilata en el tiempo". Pero hablando los dos nos ratificamos en que no importa lo tarde que me vaya a operar, pues esto no lo hago porque me lo exijan desde endocrino o cirugía, sino por mí y por mi salud. No debería influir lo lejos que esté la operación, pues de no haber tomado esa opción, debería seguir perdiendo peso por mi propio pie. Se trata de un cambio de hábitos que debo adoptar de porvida... Y, ¿porqué la comida es mi refugio, o mi recompensa? Ahí entra la vertiente psicológica, y me reitero en que una atención personalizada es vital para seguir el camino y no salirte de él. Muchas veces pienso que, de habérmelo podido permitir, quizá no estaría en el punto en el que me encuentro ahora, sintiéndome como una fracasada.

Así que voy a tomar las riendas de nuevo, voy a coger el toro por los cuernos. He decidido que voy a ir a ver al cirujano para admitir que lo estoy haciendo mal, y buscar soluciones, Porque lo que he estado haciendo es de cobardes. Tenía que llamar para pedir hora, y no lo he hecho. Y llevo 2 meses de retraso de visita por no querer enfrentarme a mi realidad. ¡Así que se acabó!

Espero que a partir de ahora aprenda a no castigarme tanto con mis fracasos y aprenda, de una vez por todas, a aprender de ellos y a ser más fuerte. ¡Que en otros aspectos de mi vida sí que lo soy!

En fin, con todo este mezcladillo de sensaciones, hoy traigo un vídeo en directo de la banda Queens Of The Stone Age, grande donde las haya. Los descubrí hace ya 10 años, cuando aún estaba en el colegio y la gente me miraba raro por escuchar ese tipo de música y yo pensaba que estaban todos locos por no entenderme. Su disco Songs for the deaf los lanzó al mercado de manera definitiva, y el último que han sacado los reafirma de todas todas. No he tenido la suerte de verlos en directo, pero por lo que he visto en este vídeo, no deben ser nada malos... Siempre he dicho que un directo debe definir a una banda, y de eso da buena cuenta Muse. Bien, pues viendo este vídeo, creo que están muy cerca de ser tan grandes como ellos.

Espero lo disfrutéis.


martes, 21 de mayo de 2013

Saber lo que es la responsabilidad

Este domingo tuve comida familiar en mi casa, como viene siendo tradicional desde el día que se formó mi familia. Si bien no suelen venir todos los que son, sí que son todos los que están. Es decir, no tienen porqué venir todos mis hermanos (no son pocos), pero siempre viene alguno.

Aquí tengo que hacer un pequeño inciso, y es explicar el tamaño de mi familia. Resulta que soy la pequeña de 6 hermanos, (soy la 6ª, por si hay duda) 4 de los cuales están casados y con sus respectivos hijos. Es decir, un domingo cualquiera podemos juntarnos a comer 22 personas sin despeinarnos. Pero lo más significativo de todo esto es la edad que me separa de cada uno de ellos, y es que con el hermano anterior a mí me llevo 13 años, y con el mayor nada menos que 19. Y, ¿qué querrá conseguir con todo esto?, os preguntaréis... Bien, vayamos acercándonos al fondo de la cuestión... El tema es que he sido su juguete. Cuando mis hermanos eran unos adolescentes, yo era una cría que correteaba por casa y hacía lo que quería, pues todos tenían muchas ganas de tener un juguetito con el que disfrutar. ¡Y vaya si lo hicimos!

Volvamos, pues, a la comida del domingo. Estaba yo en la mesa con mi madre y mi hermana disfrutando de una perfecta paella, cuando salió el tema a relucir de mi problema de peso. Mi madre siempre ha dicho que yo ya nací "gordita", que es cuestión de mi cuerpo, que tiene una tendencia enorme a engordar, y que no comía tanto. A lo que mi hermana respondíó: "Estás muy equivocada, mamá, pues cuando Mª del Mar cenaba, se comía su comida y luego pasaba a lado de todos nosotros y nos pedía; por lo que cenaba 6 veces" Yo me quedé pensativa, pensando que tenía razón, y que siempre he sido de buen comer. Pero, de repente, contesté: "Sí, Ana, y bien que todos me dabais de vuestra comida, que bien podríais haberme dicho que no, y hubiese cenado una sola vez" Aquí está el tema de hoy: la obesidad infantil. Ella me contestó: "Ay, es que nos ponías una carita..." No sabían negarse.

Y me parece normal, creo que todos lo hubiéramos hecho. Pero ellos sí que sabían lo que era la responsabilidad (o se supone), mientras que yo no. No sabía discernir lo que estaba bien de lo que estaba mal, y mucho menos, ni sabía lo que implicaba toda una vida de obesidad. Por tanto, la cuestión de obesidad, es de educación. Es algo que debe tratarse desde la infancia, acostumbrando al niñ@ a tener hábitos de vida saludables, en torno a la alimentación y el ejercicio físico. En esta noticia podéis ver un programa pionero que se ha llevado a cabo en España y que creo debería formar parte en todos los colegios. Siempre he habla de que las instituciones deberían mojarse más con este aspecto de la vida cotidiana, y me reitero después de haber leído este artículo.

En ese otra web se puede ver el índice de obesidad en todo el mundo, donde, por otro lado, se puede comprobar que ele encabezado de la noticia que he puesto más arriba no coincide con los datos facilitados en el mapa interactivo, pero el resumen que puede hacerse va al margen de esta pequeña cuestión: la obesidad, supere o no a los EE.UU, sea infantil o no, es un problema que puede acarrear serios problemas de salud, mermando la esperanza de vida de la persona afectada.

Con todo esto, el vídeo que traigo hoy estrena mi etapa de música en español, que también la escucho, ¡aunque no lo parezca!. En particular, este tema lo conozco gracias a una muy buena amiga, la cual me lo recomendó hace ya tiempo, y sigue estando en toda playlist que me creo para escuchar música variada. No tiene desperdicio, y el vídeo es imprescindible. Espero lo disfrutéis tanto como yo.


viernes, 10 de mayo de 2013

No me siento orgullosa

Hoy es uno de esos días raros, en el que debería sentirme bien, pero no puedo. Me explico, iré al grano: hoy tenía visita de endocrino. Hasta aquí todo normal. Pero no, no es así. Resulta que hace poco más de un mes tuve visita de cirugía, y respecto de esa visita he engordado, y bastante... ¡No quiero ni escribirlo! La suerte que he tenido es que por suerte no cruzan datos de una consulta a otra dentro del mismo hospital, y para el endocrino había perdido aún así 4 kg. Y por eso es un día raro.

Porque por un lado podría sentirme bien porque la visita ha ido con normalidad, pero una no se queda tranquila cuando ve ese paso hacia atrás reflejado en la báscula. Lo único que puedo pensar ahora es que me queda otro mes para la próxima visita de cirugía, y para esa sí que tengo que quitármelos, sí o sí.

Pero el concepto es muy distinto. Creo que es importante reflexionar a colación de esta dualidad de sentimientos que tengo hoy. No hay que pensar en el médico de turno que te vaya a analizar. No hay que adelgazar para él. Puede ser una motivación, desde luego, no digo que no (yo siempre he dicho que necesitaba un control médico exhaustivo de mi peso para tener que pasar vergüenza y así aplicarme más), pero no un fin. Es decir, uno tiene que adelgazar para estar mejor, mejor consigo mismo y mejor de salud, tanto física como mental. Y punto, sin más. Sin pensar en qué va a pensar Fulanito o Menganito. 

Por lo demás, todo normal. Me ha mandado nuevo ciclo de batidos (3 al día, 600 kcal. en total), y hemos hablado de que lo empiece cuando me venga bien, que en mi caso es cuando termine exámenes. Esto también es algo interesante: la cuestión de adelgazar se basa en estar preparado. Y si no lo estás, por cualquier cosas, es mejor que no empieces el camino, pues acabarás tirando la toalla y engordando todo lo que habías perdido, e incluso ganando más peso. Pues esto es igual de aplicable a pequeña escala: si tengo que hacer un ciclo de batidos que me va a dejar algo débil de fuerzas (que no de reservas alimenticias, pues están perfectamente estudiados), es mejor que los haga cuando realmente pueda permitirme no necesitar fuerzas ni energías para cualquier actividad de importancia.

Así que nada, ya iré comentando mi cuarto ciclo de batidos, espero que sea algo positivo y que me ayude a pegar un empujón y perder los kilos que me he puesto este último mes debido al estrés acumulado todo lo que llevamos de año (algo sobre lo que reflexionar también: el histórico en un proceso de adelgazamiento, no pensar que se engorda sólo por una comilona, si no por una serie de circunstancias que te acompañan y, de repente, salen a la superficie).

Y con todo esto, el vídeo que traigo hoy no es un videoclip como los que he estado colgando hasta ahora, sino una actuación en directo del grupo Gossip. Si bien no era muy fan hasta hoy mismo, gracias a un programa de Radio3 me he puesto a investigar, y es bien cierto que la cantante se come el escenario literalmente y lo hace suyo, siempre con una potencia de voz que deja con la boca abierta. Luego te tienes que oír que Beyoncé canta igual de bien después de los bailes que se pega... Espero que sea de vuestro agrado y los disfrutéis tanto como yo. Ahí lo dejo:




jueves, 9 de mayo de 2013

Todo lo que he pasado (parte II)

Aquí estoy retomando la vida que he llevado durante todo este tiempo, en la segunda y última parte. A partir de aquí, publicaré conforme los acontecimientos se vayan sucediendo... ¡O eso espero! El final de curso suele ser determinante en mi inclusión en el mundo internetil, o cualquier cosa que no tenga que ver con construcción, estructuras, maquetas de hormigón, etc, etc.

A todo esto hay que sumar los numerosos compromisos médicos que se me suman debido a un accidente de coche que sufrí en navidades, y cuyas consecuencias me obligan a ir a rehabilitación de 2 a 3 veces por semana... ¡Pero resistiré!

Generalmente, todo esto suele ir en mi contra cuando tengo una visita por delante, hasta el punto que para la visita de abril de cirugía me tiré una semana sin poder comer porque todo lo expulsaba sin procesado previo... Pero fue la mejor visita de todas las que he tenido, pues el cirujano fue realmente amable conmigo, y fue perfecto cómo me lo explicó todo y atendió mis dudas, pues había oído muchas cosas acerca de la operación y quería saber si eran mitos o qué... Estas mismas dudas las iré desgranando a lo largo de la entrada.


Aquí pongo un esquema de cómo funciona la operación, de modo sencillo (fuente aquí). En cuanto a la explicación, creo que debo ahorrármela para no ofender a nadie jejeje, os dejo este link para que os sirva como tal. Me la han explicado muchísimas veces, pero siempre se me olvida, ¡aunque sé cómo funciona!. Este punto sí que es realmente importante, y es que hay que estar informado, sobre todo cuando se trata de una cirugía mayor, como es el caso. No sólo estar informado de la diversidad de caminos que existen para perder peso, si no del que hayamos elegido en particular.

En mi caso tuve algunas preguntas para el cirujano, las cuales paso  a detallar ahora mismo

- ¿Es verdad que algunos alimentos van a sentarme mal de ahora en adelante?
Bien, esta respuesta es difícil de contestar, pues no hay ninguna ley que diga lo que te va a sentar mal, pero sí que es verdad que algo será. Simplemente, cada paciente es un mundo. Si bien los lácteos es algo común, no se puede asegurar nada a nadie. Igual te sienta todo mal, como no te sienta nada, como te sientan mal determinados grupos de alimentos. En el fondo hay que tomar la operación como una reeducación de tu estómago, como si fueras un bebé. Empezarás tomando líquido, pasarás a papillas, y de ahí ya se pasa al sólido.

- ¿Es verdad que voy a tener que tomar aporte vitamínico de por vida?
Sí, rotundamente sí. Pero no supone ningún problema para tu organismo, ni incompatibilidades con otros tratamientos.

- ¿Es verdad que me puede volver a crecer el estómago?
La respuesta del cirujano fue un no claro. Simplemente, si en tu estómago va a caber una ración de comida equivalente a un vaso (literalmente, de hecho tendré que aprender a comer y después beber, no todo a la vez) y tú decides llenarlo de leche condensada en vez de agua, el aporte calórico es incontrolable. Es eso lo que te hace engordar, y no el aumento de tamaño de estómago.

Y bueno, creo que hoy de verdad me he pasado con el post como nunca antes... ¡Menudo rollazo! En fin, ha llegado el momento de compartir el vídeo del día. Se trata de un temazo que te arranca del sillón en un momento, pegadizo como el solo y que no puedo dejar de oír en todo el día. Aunque el cantante en algunas tomas me recuerde endiabladamente a Adam Levine (cantante de Maroon 5), no tienen nada que ver. ¡Espero alegraros el día!


lunes, 6 de mayo de 2013

Todo lo que he pasado (parte I)

Ha sido un largo tiempo sin publicar, y durante el mismo me han pasado muchas cosas que no he podido compartir debido a múltiples factores. Por eso, en varias entradas, para ponerme al día, voy a explicar todo por lo que he pasado durante estos casi 5 meses, para así poder retomar la marcha comentando cada evento que ocurra en mi proceso de preparación para la operación.

Evidentemente, han pasado muchas cosas, por lo que me veo obligada a hacerlo por partes para no aburrir al personal, ¡que sufieiciente rollazo me suelo colgar!

Así, con todo esto, parto justo del punto en el que me quedé la última vez, en el cual expliqué el suceso por el que me citaban para mi visita de cirugía.

Bien, después de más de un mes de desesperación, llegó mi momento. El gran momento, el que llevaba esperando más de un año, y para el cual no estaba nada preparada, tal y como pude comprobar con la ansiedad que me provocó. Desgraciadamente, no puedo decir que eso me haya hecho aprender, porque sucesivas visitas que he tenido después, o que tendré en breves, me ha pasado (o me está pasando) exactamente lo mismo. En concreto, para esta visita lo que más me agobió fue el tener las navidades tan recientes, con los pequeños excesos que eso conlleva.

Pero eso da igual, porque cuando no es un motivo, es otro, y eso no lo puedo controlar, o por lo menos de momento… Aún tengo la esperanza de aprender jejeje, ¡que aún me quedan unas cuantas visitas!

El tema es que aquella visita fue la primera de una tanda que voy a tener cada 2 o 3 meses, para tener un control de mi peso más exhaustivo. Eso para alguien como yo, que ha dejado de ir al dietista porque una visita cada 15 días me suponía engordar por el estrés que me causaba, puede ser algo contraproducente. Siempre, siempre, siempre, en las semanas previas a la visita (bien sea de cirugía, o endocrinología), engordo, es cuestión de más o menos. ¡Menos mal que he perdido lo suficiente durante el resto del tiempo como para que ese aumento de peso no me suponga un aumento en su regsitro!

En general, la visita fue muy relajada, pues en mi caso llevaba ya 37 kg. Perdidos, lo cual agradecen mucho los médicos. Tan sólo me pidieron una serie de pruebas y me volvieron a citar para el mes de abril. Esta es la visita que comentaré en la siguiente entrada para no alargarme en demasía, aunque ya no me está saliendo jejeje. Las pruebas eran 5: análisis de sangre, ecografía, tránsito, electrocardiograma y anestesia. Los resultados los comentaré en otra ocasión.

La conclusión de esta entrada es que la fuerza psicológica es lo más importante en este proceso tan largo y tedioso, pues puedes llegar a cometer un fallo grande si no tienes un buen control. En mi caso, sigue siendo algo por corregir, pues me produce un efecto indeseado en los momentos más decisivos, y parece mentira después de tanto tiempo, ¡parece que no aprendo!

Con todo esto, el tema que cuelgo hoy es de Jack White, el que fuera líder de la banda White Stripes. Realmente lo cuelgo porque me gusta, sin más. Y porque me apetece escucharlo y que la gente lo conozca. ¡Espero que os guste!