domingo, 11 de noviembre de 2012

El día más feliz de mi vida

En un principio esta entrada debió ser publicada otro día, pero, como todo en mi vida, el tiempo ha pasado y no pudo ser así. Con lo que publico 5 días tarde, pero supongo que nadie me lo tendrá en cuenta ¿no?. 

En fin, que hace ahora 5 días tuve la visita definitiva en la que se me metió en lista de espera. Así de fácil. O difícil. No me había dado cuenta de la ansiedad que había acumulado para conseguir la meta. Porque no os olvidéis que hasta aquí llegamos solos, somos nosotros los que nos lo hemos trabajado, sufriendo cada día por enfrentarnos a la báscula, teniendo que hacerlo todo perfecto porque cualquier desvío supone un error de difícil retorno. ¡Qué fácil es ganar algún kilo y qué difícil es perderlo!

Así que sí, puedo decir que ha sido el día más feliz de mi vida, en el que se me recompensa por el esfuerzo realizado, y en el que me aseguran que mi obesidad tiene solución, en el que definitivamente dejo de resignarme a vivir como antes, y tantas cosas más. Te entran ganas de llorar, reír... El siguiente día más feliz de mi vida será cuando me opere, y ¡de eso ya hablaremos cuando me toque jeje! 

La cuestión es que, ese mismo día, realizando mi trayecto de camino a la Universidad, pusieron el tema que hoy comparto con vosotros. Hacía tiempo que no lo escuchaba, y me dije: es el tema perfecto para hoy. Irradia felicidad, dan ganas de moverte, de gritar, y así es como me sentía ese día. En particular, los vi en directo hace 2 años, y fue la fiesta, me lo pasé genial, ¡a pesar del dolor de rodillas que me atormentaba!

Espero que os irradie la misma energía que a mí me da, ¡y a ver si le alegra el día a alguien!




No hay comentarios:

Publicar un comentario